Ayer volví a soñar con él. Volví a tener ese estúpido sueño que tanto solía repetirse.
Cuánto han cambiado las cosas desde entonces.
Cómo cambió él mi vida.
Se lo debo absolutamente todo.
Luché tantísimo por estar a su lado. Luché porque mis sueños se hicieran realidad.
Hasta que finalmente me di cuenta de que todo era un imposible.
Que no se podía vivir una vida intentando ser otra persona.
Que era del todo absurdo el querer volar cuando tus pies están anclados en cemento.
Él era mi vía de escape cuando el resto del mundo se empeñaba en no entenderme.
Cuando a absolutamente nadie le importaban mis problemas.
Él estaba ahí, hasta que finalmente un día dejó de hacerlo.
Hasta que un día me cansé de esperar algo que nunca llegaría.
Le quise tanto. Y le sigo queriendo, pero ya no de la misma manera.
Y creía que él y yo éramos alienigenas venidos de otro planeta creados para complementarse.
Creía que él era esa persona que estaría conmigo de por vida.
Creía tantas cosas.
Hoy me he enterado de que él ya no vive en este lado del planeta.
Que se ha marchado probablemente para no volver.
Curiosamente ya no me hace daño.
Pero no por ello dejo de echarle de menos.
Finalmente he aprendido a ser prescindible para todos y que todos lo sean para mi.
Atte//: AniramBizarre
sábado, 22 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
Y sin embargo esta vez esperaba de ti.
Yo siempre intento ser feliz ¿sabes por qué?
Por que no espero nada de nadie, esperar de los demás solo trae dolor.
Así que finjo ser feliz, trato de sonreír, y vivo únicamente para mí.
Atte//: AniramBizarre
miércoles, 12 de octubre de 2011
Cuánto deseo coger otra vez ese avión.
Es como esa sensación que inunda tu cuerpo cuando el avión está despegando y ves las ciudades más y más pequeñas, ves las nubes resquebrajándose en cientos de pedazos y te sientes en tierra de nadie.
Te preguntas cuales son las historias de las personas que viven bajo tus pies, cuántos secretos sin desvelar ocultan todas esas casas.
Y cuanto más te elevas, cuánto más te alejas, más impersonales se van haciendo las cosas.
Más y más lejano queda todo.
Son esos momentos de soledad aérea los que te dan el tiempo suficiente como para recobrarte del dolor de dejarlo todo atrás.
De la nostalgia apremiante de los días abandonados a tus espaldas que jamás volverán.
De todas esas historias escritas y vividas que sabes que nunca se repetirán.
De esas personas que abandonas con lágrimas en los ojos y con la constante duda de no saber si volverás a ver.
De los días de descubrimientos y sentimientos que se quedan reducidos a un montón de recuerdos desordenados escondidos en un cajón perdido de tu mente.
Y esas horas en el cielo nunca son las suficientes como para hacer caso omiso de esa voz en tu interior que te grita instándote a que no cojas el puñetero avión, que lo abandones todo, que empieces una nueva vida alejada de todos y todos, ahí.
Nunca son suficientes como para poder aplacar a tus fantasmas internos que luchan por salir.
Para mitigar el dolor de dejarlo todo atrás, de perderlo todo una vez más.
Y cuando por fin pisas el suelo intentas recomponerte pieza tras pieza, intentas reorganizar tu cabeza para fingir una sonrisa, para contar lo bien que ha ido todo y lo contenta que estás de haber vuelto.
Sin embargo tras esa máscara tu corazón es como un imán que te atrae a lo prohibido, que te hace recordar una y otra vez esos días de desconexión.
Esos días en los que por fin estabas en tu lugar.
Esos días que sabes que jamás se repetirán.
Atte//: AniramBizarre
Te preguntas cuales son las historias de las personas que viven bajo tus pies, cuántos secretos sin desvelar ocultan todas esas casas.
Y cuanto más te elevas, cuánto más te alejas, más impersonales se van haciendo las cosas.
Más y más lejano queda todo.
Son esos momentos de soledad aérea los que te dan el tiempo suficiente como para recobrarte del dolor de dejarlo todo atrás.
De la nostalgia apremiante de los días abandonados a tus espaldas que jamás volverán.
De todas esas historias escritas y vividas que sabes que nunca se repetirán.
De esas personas que abandonas con lágrimas en los ojos y con la constante duda de no saber si volverás a ver.
De los días de descubrimientos y sentimientos que se quedan reducidos a un montón de recuerdos desordenados escondidos en un cajón perdido de tu mente.
Y esas horas en el cielo nunca son las suficientes como para hacer caso omiso de esa voz en tu interior que te grita instándote a que no cojas el puñetero avión, que lo abandones todo, que empieces una nueva vida alejada de todos y todos, ahí.
Nunca son suficientes como para poder aplacar a tus fantasmas internos que luchan por salir.
Para mitigar el dolor de dejarlo todo atrás, de perderlo todo una vez más.
Y cuando por fin pisas el suelo intentas recomponerte pieza tras pieza, intentas reorganizar tu cabeza para fingir una sonrisa, para contar lo bien que ha ido todo y lo contenta que estás de haber vuelto.
Sin embargo tras esa máscara tu corazón es como un imán que te atrae a lo prohibido, que te hace recordar una y otra vez esos días de desconexión.
Esos días en los que por fin estabas en tu lugar.
Esos días que sabes que jamás se repetirán.
Atte//: AniramBizarre
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