viernes, 17 de diciembre de 2010

Cáncer corrosivo.

Y de repente la herida se reabre.
Todo el dolor vuelve a aparecer pues simplemente estaba oculto, ansioso, esperando su momento.
Y poco a poco la sangre emana lentamente.
Se escurre, tiñe de color carmesí todo aquello con lo que se topa.
Se burla en tu cara, te recuerda que por mucho que lo intentes hay cosas que simplemente nunca sanan.
Y de pronto el caos se desata, los monstruos internos pelean por salir.
Los fantasmas reaparecen.
Y todos en perfecta armonía te gritan, no cesan de hacerlo: NO ganarás esta partida, NO ganaras esta partida, NO ...
Y les crees, ¿porque no deberías hacerlo ?
Alimentan al dolor con más dolor, arrojan sal sobre tus herdias, escuecen.
Escuecen demasiado, intentas rascarte , pero tus uñas ahora son garras y solo consigues desgarrarte la piel.
La agonía no cesa.
No cesará.
Tus demonios empiezan a atacar todos a la vez, y como no , siempre se salen con la suya.
Rota, abandonada, cual mueñco de trapo, hasta que sin ningun tipo de compasión deciden parar.

Pero obviamente no es el final.
Las cicatrices permanecen, recordandote, que por mucho que te esfuerces, ellos controlan y controlarán tu vida.
Es un puto cáncer maligno que NO tiene cura.
El veneno está en tu interior y el antídoto aun esta por descubrir.





Atte//:AniramBizarre ... *

No hay comentarios:

Publicar un comentario