Y ahora cuento los meses que hacen desde que perdí las cosas que más me importan.
Cuento las semanas, los días y hasta en algunos casos los años.
Recapitulo una y otra vez aquellos recuerdos felices y me odio a mi misma por haberlo dejado escapar, por no ser lo suficientemente buena, me odio a mi misma por no haber encontrado todavía ese botón del mando a distancia que pone "pause".
Y es que a veces me gustaría tanto ser un ser inanimado sin voz , sin conciencia y sin capacidad de sentir.
Obviamente estoy aprendiendo, en mi vida se están sucediendo a una velocidad vertiginosa una serie de catastróficas desdichas que están haciendo de mi una persona mucho más individualista de lo que ya lo era, cudiado individualista que no déspota.
Pero creo firmemente que en la vida todo se basa en el amor propio, resumiendo en el egoísmo.
Y en medio de esta auto-analización he olvidado por unos míseros segundos esta añoranza que oprime mi pecho, añoranza por aquel país en el que deseo perderme por siempre jamás, añoranza por él que desde algo más de cinco meses no cruza palabra conmigo, por ella que hace más de un mes que ha dejado de llamar, por aquella banda que hace un año un mes y un día dejó de existir. Añoranza por mi infancia alejada de las preocupaciones, añoranza más y más añoranza.
Y sobre todo añoranza por aquello que mañana podré perder.
Es inútil, ya estoy infectada el veneno hace tiempo que corre suelto por mis venas.
No hay antídoto, lo mejor será que no te acerques en un radio de varios kilómetros o caeras junto a mi en este pozo de agonía.
" Mi cuerpo impacta sobre el frío suelo, mis manos lánguidas e inmoviles permanecen estáticas junto a él, la sangre comienza a expanderse por las níveas baldosas, este es el principio del final".
Atte//: AniramBizarre
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